La
solución de los conflictos se puede dar a través de tres estrategias: evitándolos, postergándolos y enfrentándolos.
Evitar
y enfrentar son estrategias diametralmente opuestas.
Hay
personas que procuran evitar situaciones conflictivas y otras que procuran huir
de ciertos tipos de conflictos. Tales personas intentan reprimir reacciones
emocionales, procurando otros caminos, o incluso abandonando enteramente la
situación. Eso ocurre porque las personas no saben enfrentar satisfactoriamente
tales situaciones, o porque no poseen habilidades para negociarlas
satisfactoriamente.
Aunque
estas estrategias de evitar tengan cierto valor en las ocasiones en que la fuga
es posible, generalmente no proporcionan al individuo un alto nivel de
satisfacción. Ellas tienden a dejar dudas y miedo acerca del encuentro del
mismo tipo de situaciones en el futuro, y respecto de valores como la valentía
y la persistencia.
La
otra táctica consiste esencialmente en una acción de demora, en que la
situación se enfría, al menos temporalmente, o el asunto permanece no muy
claro, y una tentativa de enfrentamiento es improbable. Así como en el caso
anterior, la estrategia de la postergación genera sentimientos de
insatisfacción e inseguridad respecto del futuro, lo que preocupa a la persona
misma.
La
tercera estrategia implica un enfrentamiento con las situaciones y personas en
conflicto. Este enfrentamiento puede, a su vez, subdividirse en estrategias de
poder y de negociación. Las estrategias de poder incluyen el uso de la fuerza
física y otros castigos. Tales tácticas son muchas veces eficientes.
Generalmente hay un vencedor y un vencido. Infelizmente, el conflicto muchas
veces reinicia. Hostilidad, angustia y heridas físicas son muchas veces
consecuencias de la estrategia de poder.
Usando
la estrategia de negociación, ambas partes del conflicto pueden ganar. Un
objetivo de la negociación consiste en resolver el conflicto con un compromiso
o una solución que satisfaga a los involucrados. Todo indica que el uso de la
estrategia de negociación proporciona generalmente una cantidad mayor de
consecuencias positivas, o al menos pocas consecuencias negativas.
Sin
embargo, las buenas negociaciones exigen otras habilidades que deben ser
aprendidas y practicadas. Tales habilidades incluyen la de determinar la
naturaleza del conflicto, eficiencia en señalar las negociaciones, capacidad de
ver el punto de vista del otro, y el uso del procedimiento de solución del
problema a través de una decisión de consenso.
A continuación realizaremos un
ejercicio, que nos permitirá poder identificar una estrategia (evitar, postergar y enfrentar), para
afrontar un conflicto.
1.
Usted
se encuentra caminando por la calle, y de pronto observa, a
cierta distancia, que se aproxima una persona que le resulta familiar.
La reconoce.
2.
Es
una persona con la cual está en conflicto. Usted siente que deben decidir
rápidamente cómo enfrentar a esa persona. A medida que se aproxima, una
infinidad de alternativas pasan por su mente. Decida ahora mismo lo que hará y
lo que pasará.
3. La persona pasó.
a) ¿Cómo se siente?
b) ¿Cuál es el nivel de satisfacción que siente ahora?
c) ¿En qué alternativas pensó, de acuerdo a la lectura anterior?
Información
extraída de:
http://www.gerza.com/dinamicas/categorias/todas/todas_dina/manejo_de_conflictos.html
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